¿Cómo trabajar y mejorar la flexibilidad?

Cómo trabajar y mejorar la flexibilidad

Bien, forastero, si estás buscando cómo mejorar la flexibilidad, has llegado al lugar adecuado. La flexibilidad es esa habilidad que muchos subestiman hasta que intentan atarse los zapatos y descubren que su cuerpo se ha vuelto más rígido que una tabla de madera. Pero no te preocupes, aquí te enseñaré cómo trabajar la flexibilidad y evitar que te conviertas en una estatua viviente.

¿Qué es la flexibilidad?

La flexibilidad es la capacidad de tus articulaciones y músculos para moverse a través de su rango completo de movimiento, sin restricciones. Es lo que te permite agacharte, estirarte y moverte con gracia, o al menos intentarlo. A medida que envejeces, la flexibilidad tiende a disminuir, lo que puede llevar a una movilidad limitada y a un mayor riesgo de lesiones. Por eso es crucial saber cómo mejorar la flexibilidad antes de que sea demasiado tarde.

Beneficios de ser flexible 

Trabajar en tu flexibilidad no es solo para yoguis y contorsionistas de circo. Aquí hay algunas razones por las que deberías preocuparte por cómo trabajar la flexibilidad:

  • Mejora del rendimiento físico: Una mayor flexibilidad puede mejorar tu rendimiento en actividades físicas y deportivas, permitiéndote moverte con más eficiencia y reducir el riesgo de lesiones.
  • Reducción del dolor: Los músculos tensos pueden causar molestias y dolores. Estirarlos regularmente puede aliviar estas molestias y mejorar tu bienestar general.
  • Mejora de la postura: La flexibilidad adecuada puede ayudar a mantener una buena postura, evitando problemas de espalda y cuello.
  • Mayor movilidad: Ser flexible te permite realizar movimientos cotidianos con mayor facilidad, desde agacharte para recoger algo hasta girar el cuello para mirar atrás sin parecer un robot oxidado.

Factores que afectan tu flexibilidad

Antes de que te lances a estirarte como si no hubiera un mañana, es importante entender qué factores pueden influir en tu flexibilidad:

  • Edad: A medida que envejecemos, nuestros músculos y articulaciones tienden a volverse más rígidos. Pero eso no significa que debamos rendirnos y aceptar la rigidez como nuestro destino.
  • Nivel de actividad física: Si pasas la mayor parte del día sentado en un escritorio o en el sofá, no esperes ser tan flexible como un gimnasta olímpico. La inactividad es enemiga de la flexibilidad.
  • Genética: Algunas personas nacen más flexibles que otras. Si no eres uno de esos afortunados, tendrás que trabajar un poco más duro.
  • Temperatura muscular y ambiental: Los músculos calientes son más flexibles que los fríos. Por eso es recomendable calentar antes de estirarse y, si es posible, hacerlo en un ambiente cálido.

Antes y después, como trabajar y mejorar la flexibilidad

Estrategias para mejorar la flexibilidad

Ahora que sabes por qué es importante y qué factores la afectan, veamos cómo mejorar la flexibilidad de manera efectiva:

  1. Sé constante, no un héroe de un solo día

La consistencia es clave. No esperes volverte flexible de la noche a la mañana. Incorpora ejercicios de estiramiento en tu rutina diaria y sé paciente. La flexibilidad se desarrolla con el tiempo y la práctica regular.

  1. Varía tus métodos de estiramiento

No te limites a un solo tipo de estiramiento. Experimenta con diferentes técnicas para obtener mejores resultados:

  • Estiramientos dinámicos: Implican movimientos controlados que aumentan gradualmente el rango de movimiento, ideales para el calentamiento.
  • Estiramientos estáticos: Consisten en mantener una posición de estiramiento durante un período de tiempo, generalmente entre 10 y 30 segundos.
  • Estiramientos balísticos: Utilizan movimientos rápidos y rebotes para llevar el músculo más allá de su rango normal de movimiento. Sin embargo, deben realizarse con precaución y preferiblemente bajo supervisión, ya que pueden aumentar el riesgo de lesiones si no se ejecutan correctamente.
  • Facilitación Neuromuscular Propioceptiva (FNP): Esta técnica combina contracciones musculares con estiramientos asistidos para aumentar la flexibilidad. Suele requerir la ayuda de un compañero o profesional capacitado.
  1. Mantente hidratado
Leer:  Variables del entrenamiento. Intensidad de entrenamiento.

Tus músculos son como esponjas; sin suficiente agua, se vuelven rígidos y menos flexibles. Asegúrate de mantener una buena hidratación para facilitar la elasticidad muscular y mejorar tu capacidad de estiramiento.

  1. Incorpora disciplinas como el yoga o el tai chi

El yoga y el tai chi son excelentes para mejorar la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio. Estas prácticas integran movimientos suaves y estiramientos que pueden adaptarse a diferentes niveles de habilidad y condición física. Además, ofrecen beneficios adicionales como la reducción del estrés y la mejora de la concentración.

  1. Presta atención a tu respiración

Si estás aguantando la respiración mientras te estiras, lo estás haciendo mal. Respira profundamente y relájate en cada estiramiento. Exhalar mientras profundizas el estiramiento ayuda a liberar la tensión y a mejorar la movilidad.

Ahora que sabes cómo trabajar la flexibilidad, no hay excusas. No necesitas horas en el gimnasio ni equipo sofisticado. Solo necesitas un poco de tiempo, constancia y la voluntad de no convertirte en un tronco. Empieza hoy con nuestro tutorial de estiramientos, tu cuerpo te lo agradecerá mañana.

Daniel Santaolaya entrenador personal Zaragoza

Daniel Santolaya

Gerente y entrenador personal en  | 671 229 704 | Web |  + posts

El deporte es una parte inseparable de mi vida, llevo ligado a la práctica deportiva desde los 4 años, cuando comencé con el Kárate, y más adelante, a partir de los 13 años, me dediqué al tenis compitiendo de manera profesional. Una etapa que a priori es dura, con una preparación física como mental extremas, sin embargo los logros y la fortaleza que consigues a nivel personal junto con la satisfacción del trabajo bien hecho es una experiencia única.

Tras una lesión y ante la imposibilidad de alejar mi vida del deporte, decido emprender mi propio camino como preparador físico y entrenador personal a través de mi propio centro de entrenamiento personal. Obviamente, sabiendo de la importancia de una buena alimentación a la hora de esculpir nuestro cuerpo y mejorar nuestro rendimiento físico, completé mi preparación con formación específica en nutrición. Además, como amante de la filosofía y la psicología, traslado estos conocimientos al mundo deportivo.

Desde 2012 a través de Mii Body Zaragoza, ayudo a las personas a mejorar su forma física, alcanzar sus metas, transmitiéndoles mi filosofía de vida ¡manteniendo la motivación y disciplina!